Todos sabemos que el ser humano, como cualquier otro ser vivo de este planeta, se adapta a las condiciones del entorno para poder sobrevivir. Y esto se puede aplicar a factores como pueden ser el color de la piel o incluso de los ojos.
Por ejemplo, la piel oscura se desarrolló cuando nuestros antepasados vivían en lugares muy soleados, para así no quemarse y no contraer cáncer. Por el contrario, la piel clara y los ojos claros se desarrollaron cuando lo humanos comenzaron a emigrar a otras regiones donde el sol no era tan fuerte y era necesario que el cuerpo absorbiese más eficientemente la vitamina D.
Aunque el color blanco de la piel no es tan antiguo como algunos podrían pensar. Algunos estudios que se realizaron al esqueleto más antiguo encontrado en Gran Bretaña (Conocido como el hombre de Cheddar ya que se descubrió en una localidad con este mismo nombre) sugieren que este espécimen tenía la piel oscura todavía. Estos estudios también sugieren que no solo tenía la piel de este tono, sino que también tenía el pelo rizado y los ojos azules.
Los grupos que emigraron a Inglaterra, España y Hungría entre otros, lo hicieron tras la edad de hielo y no fue hasta mucho después cuando comenzaron a desarrollar una piel clara. Esto aunque puede parecer algo no tan interesante o importante cambia la manera en la que hemos visto al ser humano occidental hasta ahora y cambiando completamente la manera en la que estudiaremos a los demás especímenes desde ahora.
La ciencia avanza cada día más con cada vez pasos más grandes y poder realizar estos estudios lo demuestra de la mejor manera. Cada vez podremos conocer mejor de dónde venimos y como eran nuestros antepasados, al igual que averiguar hacia dónde iremos en un futuro no tan lejano.