Cada cierto tiempo sabemos de un juguete nuevo que se pone de moda entre los más pequeños. Suelen ser objetos novedosos con poca publicidad, pero llamativos por la simplicidad de su diseño…o su uso. La novedad ahora reside en los spinner, una pieza de metal recubierta de plástico que gira sobre varios ejes, con un rodamiento central del que salen tres pequeños brazos con contrapesos que giran a gran velocidad.
Son baratos, cuestan tan solo 4 o 5 euros, y se pueden encontrar en cualquier quiosco o bazar chino. Además, es la novedad lo que los hace más interesantes. Sin embargo, no son tan inofensivos como pensamos.
Hace poco se supo el caso de Molly y su hijo Isaac, una mujer australiana que observó impotente cómo su hijo pequeño casi pierde un ojo por culpa de este “juguete inofensivo”: “Tiró el spinner hacia arriba pero no lo logró coger a tiempo. Al caer tuvo mucha suerte, solamente le cortó el rabillo del ojo. Podía haber perdido la vista o el ojo entero”.
La verdadera historia de este juguete viene de la mano de Catherine Bettinger, quien lo inventó para distraer a su hija. Es una buena herramienta para que las personas autistas y los niños hiperactivos liberen energía.
La idea primigenia del invento fue buena, pero los problemas surgieron cuando comenzaron a comercializarse modelos alterados, que sí conllevan ciertos peligros. Como cualquier juguete nuevo, los niños los llevan a las escuelas, por lo que muchas los están prohibiendo: “Tal vez las escuelas necesitan encontrar un equilibrio. El hecho de que un elemento se convierta de repente en una moda no significa necesariamente que deba perder su valor terapéutico”.
¿Y tú? ¿Qué opinas de este nuevo juguete tan de moda? ¿Crees que es tan peligroso como dicen?
