Perder peso es algo complicado, que con los años se va volviendo cada vez más difícil. No es lo mismo hacer dieta con 20 años que con 40 y esto se puede explicar de varias formas distintas.
Una de las razones más importantes por las que nos cuesta más perder peso cuanto más mayores seamos es porque se pierde masa muscular a medida que envejecemos. Nuestro cuerpo busca reemplazar esa masa muscular con tejido graso y se nos hace mucho más difícil deshacernos de él. También es la edad en la que todos sufrimos cambios hormonales, dejamos de producir (tanto hombres como mujeres) una gran cantidad de hormonas al igual que puede cambiar nuestro metabolismo al completo.
Tenemos que tener en cuenta que a medida que vamos envejeciendo tenemos más responsabilidades, menos tiempo para hacer ejercicio y más estrés en nuestra vida diaria. También tenemos más probabilidades de sufrir lesiones ya que nuestro cuerpo no tiene nada que ver con el que era hace unos años. Siempre debemos hacer ejercicio, pero tenemos que tener en cuenta que no podemos hacer las mismas sesiones que hacíamos cuando éramos jóvenes, tenemos que tomarnos las cosas más relajadamente.
Incluso las dietas que hacíamos en nuestra juventud pueden hacernos pasar factura con los años y hacer un efecto rebote. Hay que estar muy pendientes de todo lo que hacemos con nuestro cuerpo y tenemos que cuidarlo.
Pero, aunque tengamos tantos impedimentos a la hora de perder peso eso no debe quitarnos el ánimo. Es muy importante que mantengamos una vida sana, comiendo de manera saludable y haciendo el ejercicio que viene bien para la edad que tengamos. Si durante toda nuestra vida seguimos unas pautas de vida saludable, cuando seamos más mayores veremos que no nos costará tanto hacer ejercicio y seguir con nuestros hábitos de juventud.