La práctica de Mindfulness cada vez suma más y más adeptos. Y es que conseguir mantener nuestra atención en el momento presente, el pilar del Mindfulness, permite mejorar los estados de estrés, ansiedad y tristeza, aceptando el presente sin añadir pensamientos negativos.
El Mindfulness es el Carpe Diem del siglo XXI, una manera plena de vivir el presente, sin juzgar los hechos, y despiertos a los sucesos que van transcurriendo en nuestra vida. Gracias al Mindfulness la persona está más concentrada, es capaz de gestionar el estrés y tiene sus ideas más claras.
Estos claros beneficios han llevado a varias empresas como Apple o Google, a ofrecer cursos de Mindfulness a sus trabajadores para alcanzar una mayor satisfacción personal y laboral, y un menor agotamiento emocional en el día a día.
Ejercicios básicos de Mindfulness en el trabajo
Ya existen estudios con respecto a la eficacia del Mindfulness. De hecho, según el Journal of Applied Psychology, sólo hacen falta 10 días de práctica para notar mejoría en la atención plena y la satisfacción laboral.
Si tu empresa aún no se ha sumado al Mindfulness, toma nota de estos ejercicios, y sé el más moderno de la oficina.
- La respiración es lo que nos da la vida, pero no somos conscientes de ello. Su carácter constante y metódico nos ayuda a estar centrados en el presente. Por ello el primer ejercicio de cualquier persona que empieza a practicar Mindfulness es prestar atención a la respiración. En la oficina haz una parada cada 2 horas para respirar consciente durante 2 minutos, observar atentamente a tu alrededor, y continuar tu tarea.
- Una vez somos conscientes de nuestra respiración, debemos serlo de nuestro cuerpo. Para ello es importante sentarse correctamente deteniéndonos en nuestra postura, si hay rigidez muscular y descubrir posibles molestias. Cada hora, para y realiza el ejercicio.
- Limita el tiempo de conexión en las Redes Sociales ya que no te permiten mantener la atención plena en tu situación presente.
- Cuando almuerces disfruta los sabores, las texturas. Ser consciente de cada bocado ayuda a disminuir el estrés y mejorar la atención.