Carlos García y Jorge Dobón son dos jóvenes emprendedores que aprovecharon en su momento una oportunidad de negocio que les cayó como llovida del cielo y que nadie quería. Hoy, están agradecidos a aquel momento de inspiración y clarividencia y de no haber elegido la idea inicial. Su plan B se convirtió en plan A.
Carlos y Jorge estudian los últimos cursos de Administración de Empresas y antes de terminar su formación ya tienen una empresa que les marcha y marcha bien. ¿A qué se dedican? ¿qué oportunidad de negocio eligieron?.
Pues la comercialización de productos ibéricos y aceites en línea, una tienda online de este tipo de productos a la que llamaron con la deliciosa denominación de ‘Placeres ibéricos‘. Unas de las bases de la dieta mediterránea.
Todo empezó cuando el tío de Carlos echó a andar una línea de venta de frutas de cuarta gama y el joven emprendedor aceptó ser el comercial de la firma. Cuando visitaba a los clientes para su tío pudo comprobar como había una demanda no satisfecha de productos ibéricos y de aceites españoles.
Habló con su tío frutero para abrir una línea de negocio con esos productos, pero no estuvo de acuerdo. Lo que sí consiguió fue su apoyo para abrirla por la cuenta y riesgo de Carlos. Lo habló a su vez con su compañero Jorge, y ambos trazaron una estrategia de negocio que empezó por construir un portal web para comercializar los productos.
El negocio se orientó primero al mercado nacional, pero al comprobar que había demanda también en el mercado internacional, se decidieron a hacer ventas en el extranjero. Fundamentalmente en Sudamérica y en Asia.
Su recomendación para los jóvenes emprendedores que se decidan a buscarse su camino en los negocios no es otra que aprovechar las oportunidades y apoyarse en la experiencia de quienes la tienen. Lo demás, tesón y horas de trabajo dedicado.