Llolo es una empresa y un servicio de aparcacoches que nació como una startup española a comienzos de 2015 y que va camino de revolucionar los tiempos de espera que los ejecutivos dedican a perderlo buscando aparcamiento antes de sus reuniones de negocios.
El sistema de aparcacoches de Llollo es sencillo. Utilizas la aplicación de Llollo para solicitar un aparcacoches, pones el lugar en el que quieres citarte con uno sus mayordomos aparcacoches.
Lo demás es verificar con él el código de seguridad del servicio y comprobar que el operario de Llollo es la misma persona cuya foto has recibido con antelación. Ya sólo te queda ir a lo tuyo y pedir luego que te devuelvan el coche que ha sido bien custodiado mientras no lo tenías contigo.
Servicio en expansión
Por el momento el servicio de aparcacoche de Llollo sólo está disponible en la ciudad de Madrid y Barcelona. Llollo tiene una media de medio centenar de servicios diarios según la temporada y ya hay casi 2.000 usuarios registrados.
Los coches se alojan en aparcamientos privados donde los vehículos se custodian con todas las de la ley. Y, si se quiere, los coches se devuelven a sus dueños lavados y con el depósito lleno. La hora sale a casi 6 euros, el día de aparcamiento vale 15 euros, aunque se pueden adquirir bonos mensuales de aparcamientos por 199 euros.
Si los principales clientes de Llollo son profesionales y empresas, este proyecto innovador español quiere dar cobertura a restaurantes, especialmente los de los centros congestionados de las grandes ciudades de este país. Y evitar las temidas multas por mal aparcamiento, por supuesto.
Llollo es una copia españolizada de un negocio innovador norteamericano desarrollado por la firma Zirx con los que los emprendedores de Llollo han colaborado en la fase de lanzamiento. El negocio de los aparcamientos mueve en la actualidad casi 1.000 millones de euros anuales en España y el sistema de aparcacoches aún no ha troceado su parte de ese pastel. Llollo ya tiene su cuchillo.