Atravesamos un momento en el que el actual sistema de salud pública de nuestro país se tambalea ante las dificultades para sostenerse por sí mismo y urge encontrar una solución para hacerlo viable y accesible a toda la población. Para Javier Carro González, introducir el sistema de copago sería una de las soluciones que ayudaría a introducir cierta estabilidad en un sistema sanitario que sangra por varios costados y cuya falta de homogeneidad no permite una gestión eficaz y realista.
Es cierto que el sistema sanitario español, público y gratuito, es envidiado en muchos países y considerado uno de los mejores del mundo. El objetivo no es que simplemente siga siéndolo, sino que además pueda seguir creciendo y mejorando en pro de toda la sociedad española en su conjunto. Sin embargo, se trata de un sistema caracterizado por una mala gestión en los últimos años y que ha sido sinónimo de grandes despendios sin control. El uso excesivo de sus recursos ha provocado que su viabilidad, tal y como está planteado el sistema actualmente, sea una incógnita. Por estos motivos, el doctor en derecho y economía Javier Carro González propone la introducción del copago como una medida necesaria para estabilizar el sistema sanitario español.
El sistema del copago sanitario desde el punto de vista de Javier Carro González
Detrás del actual sistema sanitario español, están todas las Comunidades Autónomas a las cuales está cedida su competencia, las cuales en gran medida no han sabido gestionar los recursos disponibles. Los distintos signos políticos de cada una de ellas han servido para lanzarse las culpas de un bando a otro, sin embargo, esta no es la solución, pues la vía debe ser el consenso político y el entendimiento entre todas las partes para lograr un sistema sanitario sostenible, viable y de calidad.
La introducción del copago además debe ser racional y no se puede permitir que afecte de forma directa a las rentas más bajas. Por ello Javier defiende que pensionistas, personas en situación de exclusión social y con dificultad para el acceso de recursos no deban verse afectados bajo la medida del copago, permitiendo el acceso universal a la sanidad pública como así lo recoge la constitución española. El objetivo es ayudar al mantenimiento de nuestra sanidad basándonos en la redistribución de la riqueza haciendo pagar a quienes más tienen siguiendo principios de la progresividad, como el de nuestro actual sistema fiscal.