Seguramente hayas escuchado hablar de los llamados Superalimentos, pero ¿sabes realmente lo que son? Antes de dejarnos llevar por la ferviente moda, nos informamos.
Definidos como alimentos con un alto nivel de nutrientes y con grandes propiedades beneficiosas para la salud, se han convertido en un reclamo para muchos consumidores que buscan productos milagro que completen su dieta rica y equilibrada.
El reclamo de lo exótico para atraer al comprador
Muchos de los superalimentos más explotados actualmente son los exóticos. Algunos de los más conocidos hoy día son:
- Las Bayas de Goyi, con propiedades antioxidantes
- El Té de Matcha, indicado para reducir el colesterol y aumentar el metabolismo disminuyendo el peso
- La Maca Andina, antioxidante y con propiedades para regular los desajustes hormonales femeninos
- Las Bayas Acai, un superalimento capaz de hacer de todo: efecto antienvejecimiento gracias a los antioxidantes que presenta; mejora el sistema inmune por su contenido en vitamina C; además de actuar a nivel de la piel, mejorando su aspecto, ayudar a perder y mantener el peso y reducir los niveles del colesterol
- El Alga Chlorella, con capacidad de eliminar las toxinas del organismo y con alta proporción proteica.
Alimentos exóticos y desconocidos en nuestra alimentación hasta ahora. Esta novedad que supone probar alimentos que ofrecen tantas propiedades y procedentes de tierras tan lejanas es sin duda un gran atractivo para los consumidores, que no les importa ir a tiendas especializadas y pagar más que por alimentos convencionales.
El término Superalimento, ¿simple marketing?
No vamos a rebatir que los superalimentos no sean buenos para la salud. Lo son y mucho. Sin embargo, las investigaciones en nutrición afirman que a día de hoy no se ha probado que estos alimentos tengan una categoría nutricional superior al resto.
Muchos pescados, carnes, verduras, y demás productos de nuestra dieta habitual contienen los mismos o más componentes beneficiosos que los superalimentos exóticos. Por ello, el consejo es consumirlos si les gustan pero no esperando un resultado mejor al que pueda aportar la ingesta de arándanos, ajos negros, tomate o legumbres.
¿El veredicto? El prefijo súper parece más truco que realidad.