En los cursos de Bolsa se aprende que los ciclos económicos pueden ser previsibles o completamente erráticos, pero al fin y al cabo siempre son ciclos que regresan (tarde o temprano) a un balance alcista o un balance a la baja. En la práctica, esto supone que si bien la Bolsa está protagonizando uno de los peores arranques de año de toda su Historia, la luz al final del túnel acabará llegando, tal y como también se esfuerzan en insistir los analistas desde medios de comunicación. La pregunta es ¿se verá la luz en marzo o habrá que seguir esperando?
Para poder responder a esta pregunta, debemos hacer resumen de lo acontecido en febrero, ya que de su análisis quizás identifiquemos factores que motiven a una creencia de que el futuro se antoja más positivo.
La devaluación desde China
El hecho de que el yen siga devaluándose no ha permitido un repunte basado en la confianza de una economía global con estabilidad y esperanza. China no consigue frenar su descenso de crecimiento y el resto de divisas se ven arrastradas por un mercado que está muy lejos de valores de confianza. El problema es que en un mundo globalizado con un comercio de divisas internacionales en el que todas ellas afectan a las diferentes inversiones a nivel mundial, debe contarse con China como una potencia económica influyente, por lo que su recuperación es imprescindible.
La fortaleza del dólar
Buen mes para el dólar, que en casi todos los aspectos económicos a nivel internacional ha obtenido la confianza de los inversores y de empresas multinacionales. La apreciación del dólar, sin embargo, frena las esperanzas de una subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos, ya que la economía norteamericana no necesita nuevos impulsos pues por sí sola se demuestra estable y con una fortaleza fuera de toda duda.
El descenso de la oferta de crudo
El Ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos propone reducir la oferta del crudo para equilibrar los precios. El descenso continuado de los barriles Brent está afectando a la economía de todo el planeta, aunque con mayor presión sobre los países exportadores como Rusia, cuyo rublo está en caída libre. La mera propuesta del político ha dado aire fresco al crudo, que se ha revalorizado en pocos días. De hacerse efectiva podría ser el principio del ciclo alcista. Finales de febrero se vieron las primeras subidas de la Bolsa. Quizás sí que veamos la luz al final de un túnel que ha turbado el inicio de 2016.